La Fundación José Manuel Calderón, lidera un proyecto para la construcción de un parque infantil y una zona recreativa para los niños ingresados en el hospital Materno Infantil de Badajoz que hará más llevaderas las largas estancias de ingresos para los niños de nuestra comunidad.
Transcribimos la noticia que se publicaba hoy en NBPA.com
Últimamente José Manuel Calderón está centrado en ayudar a los jóvenes tanto dentro como fuera de las canchas. El base extremeño actúa como mentor del base de los Lakers de 20 años D’Angelo Russell en uno de los equipos más jóvenes de la NBA, mientras fuera del baloncesto educa a sus tres hijos: Manuel (de 6 años), Jaime (4) y Gonzalo (2).
Luego está su especial conexión con un grupo de críos a miles de kilómetros de distancia, en el Hospital Materno Infantil de Badajoz, especializado en pacientes jóvenes y el tratamiento del cáncer.
Muy pronto, Calderón cambiará sus vidas.
Hace aproximadamente cinco años, Calderón empezó a realizar visitas anuales para conocer a los niños del hospital aprovechando sus veranos en Badajoz. Con el tiempo se dio cuenta de que el hospital no contaba con suficientes fondos ni disponía de suficientes áreas recreacionales, educativas y terapéuticas para los niños enfermos y sus familias. Ser consciente de ese hecho condujo a una conversación clave con el hospital el año pasado pasado.
La idea inicial era permitir a los niños decorar las paredes del hospital para que pudieran sentirse como en sus casas, pero el espacio era muy limitado en las habitaciones. Entonces surgió una nueva posibilidad. Otros hospitales españoles habían empezado a utilizar sus azoteas como área de juegos para los niños. Cuando lo supo, Calderón se embarcó en la empresa para construir una en Badajoz.
El pasado mes, Calderón, con el apoyo de su fundación y una subvención de la NBPA (la Unión de Jugadores de la NBA), lideró un proyecto para crear dos nuevos espacios en el Hospital Materno Infantil de Badajoz: una en la azotea del edificio y otra en una sala adyacente. La zona al aire libre será un área de juegos, con tobogán, columpios, escalas… La cubierta incluirá juguetes, juegos de mesa y material educativo y audiovisual para estimular el desarrollo mental y físico.
Esas dos nuevas zonas serán una realidad en 2-3 meses. Según el propio hospital, disponer de esas áreas de juego ayudará a los niños a mejorar su autoconfianza; reducir la ansiedad y las carencias emocionales derivadas de sus largos tratamientos; mejorar su adaptación a la hospitalización y ayudarles a establecer lazos con otros niños. En general, mejorar su calidad de vida.
“Los niños casi no tenían espacio ni para salir de la cama y ponerse de pie”, ha explicado Calderón a la NBPA. “Yo siempre he querido ayudar, así que creo que era el proyecto ideal para mi fundación; algo duradero, que repercutirá en muchos niños durante muchos años. Y pensé que era una buena oportunidad para que la NBPA se involucrara también; me alegró mucho contar con su ayuda. Estoy realmente ilusionado con este proyecto. Los médicos piensan que será muy beneficioso para los niños poder tener su propio espacio de juegos para estar juntos, más allá de las habitaciones”.
Tras muchos años visitando e interactuando con los niños hospitalizados, Calderón afirma haber aprendido mucho de ellos.
“Al principio piensas que van a estar tristes por lo que les pasa pero en realidad es al contrario: están muy felices y dispuestos a luchar”, dice. “Es alucinante cómo no paran de luchar, día tras día, contra múltiples problemas; incluso los que padecen cáncer. Es muy duro para sus familias, para todo el mundo, pero es verdaderamente increíble cómo son capaces de adaptar su mentalidad para superar todo por lo que tienen que pasar”.
Calderón quedó impresionado cuando conoció en el hospital a un chico que jugaba al basket. Un día, de repente, empezó a sentir un dolor terrible. Era cáncer.
“El cáncer fue muy rápido. Tenía 15 o 16 años”, recuerda Calde, cuyo propio padre político, Manuel, falleció el pasado mes de cáncer de pulmón. “Es terrible cómo puede cambiar tu vida en un minuto; todo lo que haces. A los demás lo que nos toca es seguir luchando en todo lo que podamos por ellos”.
Su proyecto con el Hospital de Badajoz es el primero en el que se involucra de este tipo, pero ha colaborado con diversos programas con jóvenes bien a través de su fundación o con UNICEF. Tras convertirse en Amigo de UNICEF en 2009, Calderón fue nombrado Embajador por la organización en 2014, uniéndose a su compañero de selección y amigo Pau Gasol.
“Cuando fui nombrado Embajador de UNICEF fue especial y muy importante para mí”, reconoce Calderón. Cuando mis compañeros me preguntan alguna vez cómo pueden ayudar, les digo que no se trata de dinero, ni de lo que puedan decir o pensar de ti. Se trata de poder influir en toda esa gente que te sigue. Porque si tú dices algo te van a creer. Pero tienes que ser capaz de hacer las cosas tú mismo; no vale solo con poner la cara”.
Mirando hacia el futuro, Calderón afirma que la prioridad absoluta con su fundación es muy simple: alcanzar más niños en más lugares de España. El base afirma que su intención es incrementar sus viajes e iniciativas con su Fundación y UNICEF. “Puedo aumentar mis visitas y hacer sentir a los críos más cerca de mí. Para que no sea solo cosa de la Fundación José Calderón, sino de José Manuel Calderón en persona”.